domingo, 10 de septiembre de 2006

Y en Monza nacio la leyenda


El más grande corredor de Fórmula 1 de todos los tiempos anunció su marcha en el lugar soñado (con la marea roja de Ferrari aclamándole) y en la forma ideal: ganando con autoridad.
A la conclusión del Gran Premio de Italia disputado en el legendario circuito de Monza, otra leyenda del deporte, Michael Schumacher, anunció que a final de temporada se retirará para siempre de la competición.La noticia se esperaba desde hace semanas, y aunque había dudas, estaba claro que una noticia dada en un lugar tan emblemático para la escudería del cavallino rampante, sólo podía significar que el piloto germano iba a despedirse para siempre de los circuitos de Fórmula 1, justo antes de que la recta final del campeonato lo lleve a China, Japón y Brasil.
En la rueda de prensa tras la carrera, se vio a un Schumacher que, sin llegar a derramar lágrimas, sí estaba algo azorado y balbuceante, conocedor de que millones de personas estaban pendientes de sus labios. Dijo que había corrido su "última carrera en Monza", y que se retiraría de la Fórmula 1 al final de la temporada. "Ha sido un tiempo realmente excepcional", dijo -y bien lo sabe él, que este domingo alcanzó su nonagésima victoria-, y proclamó su cariño hacia "cada pequeño momento pasado en estos años".

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